viernes, 6 de julio de 2012

No te acuestes tarde

Hoy es una de esas noches en las que desearías haberte dormido a las 22.00, como una niña buena y haber cerrado tus ojitos y dejarte llevar por el sueño más dulce que pudieras tener, pero no, decides salir a reunirte con esa persona que crees que has conquistado, a pesar de los baches. Os veis y él está frio, te da dos asquerosos besos en la mejilla y tu piensas " ya lo perdí" Empezáis a caminar y te das cuenta de que falta algo apretando suavemente tu mano y te das cuenta... ah, si, falta su mano, grande y áspera cogiendo la tuya y vuelves a pensar "definitivamente lo he perdido". Camináis, pero él te dice que no le apetece pasear, que quiere tomarse algo y tu vas y propones un sitio. Llegáis y os pedís lo mismo. Le alcanzas un papel y le dices "venga, escríbeme algo, anímate" y él te dice "mmm, vale" es en ese momento cuando le paras y le dices que antes de que comience a escribir, te gustaría hablar con él. Le dices que te has dado cuenta de que se ha agobiado y que tú para nada quieres eso, que no hace falta tener una conversación seria de momento y que tu te conformas con disfrutar de él cada momento sin tener que pensar en el futuro. Él te mira atento y asiente y es cuando separa sus perfectos labios para decirte que él también quiere decirte algo. " entiendo lo que me quieres decir..." tu automaticamente piensas que va a aparecer la palabra mágica, la peor palabra que se puede cruzar en una frase y esa palabra es...un PERO y evidentemente sale de su perfecta boca. Te repite que te entiende, pero que él es un alma libre y que con lo joven que es no puede plantearse una relación seria (a pesar de que tu le dijeses que no quieres eso) y bueno que se lo pasa muy bien contigo, que te ha cogido mucho cariño, pero lo que quiere es tener muchas experiencias sexuales y no quiere atarse a nadie. Tú le dices que le comprendes pero por dentro maldices haberte separado de él la última vez, porque asi no habría tenido tiempo de pensar ni de que la gente de su alrededor le hubiera comido la cabeza. Os levantais y te dice que ya ha pagado tu parte, tu le miras y se lo agradeces. Seguis caminando y te compra una cajetilla de tabaco, vale, gracias vuelves a decir. Comenzáis a subir en dirección a un posible transporte urbano que le devuelva a su jodida casa y a ti te devuelva algo más que un respiro, pero al llegar, sientes que encima de que le "has perdido" no puedes creerte que se vaya a ir sin darte un misero beso decente y le miras y esperas que se de cuenta, pero parece que ahora le ha entrado prisa y tiene que irse. Tu no puedes resignarte y quieres que te bese, posiblemente no le vuelvas a ver y sobrevienen a tu mente aquellos momentos en los que parecias ser tan feliz. Te cogía la mano, incluso te pedía que tu se la apretaras de la misma manera porque parecía que no le querías dar la mano, recuerdas como te besaba cada dos por tres, y le era casi imposible separarse de ti y ahora...parecías un pedazo de mierda seca en una acera poco transitada. Recuerdas también como te pasaba el brazo por los hombros y te miraba. Recuerdas como te cogía la cara entre sus manos y te besaba, lento y consciente, y después te decía lo preciosa que eres, recuerdas lo bien que lo pasábais juntos y respiras hondo al pensar por que coño ahora estáis asi, que parecéis dos desconocidos. Al final de unas miradas abrasadoras te pregunta que si lo que quieres es que te bese que eso él ya lo sabía y le dices que si ya lo sabía y no lo había hecho era porque no quería hacerlo y se acerca rápido y te da un pico mal dado y te dice..."me voy, me voy, me voy" y tu...le dices que haga lo que quiera, pero que él sabe que eso no es suficiente y se acerca y te dice que tú también puedes tener la iniciativa, no siempre él. " ninguna mujer me ha cogido del cuello y me atraído hacia ella" y tu le dices que estás cansada de ser "la única mujer que..." y se separa de ti y te mira extrañado, incluso...¿triste? El caso es que al final te acaba dando un beso decente, pero no os basta y os volvéis a besar. Al final, el que se tenía que ir, se quedo porque se encontró con unos colegas y decidió irse con ellos y tu resignada ya al fin,le dices que vale, que se lo pase bien. Por esta razón estás paseando ahora ya mucho más tarde con una amiga tuya que se ha encontrado unos globos por fuera de una tienda y los lanza con alegría y tu sonríes porque sabes que el fondo tu risa ha muerto por ese día y no serás capaz más que de sonreir a medias. Llegas por fin a casa, cenas algo y te llama un colega del que hace bastante que no sabes y hablais un rato largo y de repente la vida te parece tan vanal y ridícula porque parece que te la juega siempre en los peores momentos. Sientes que ese chico es maravilloso, pero no te va a dar más de lo que ves o escuchas, entonces pierdes el interés y empiezas a hacerte la loca, pero bueno, al final él parece que se quiere poner serio y te lo hace saber, tu te vuelves a relajar y comienzas a darle lo que quiere, algunos mimos y comprensión, pero que coño, estás cansada de satisfacer a los demás y no a ti misma y le dices que se vaya a dormir y descanse. A continuación pones algo de música, de repente das con una canción que no puede sonar en peor momento y te da por ponerla de nuevo, te ha gustado. Cuando empiezas a ser consciente de lo que dice la canción, tu cuerpo se va relajando y tu mente hace que del ambiente emane un extraño aroma, un olor que te resulta familiar y que en seguida, muy a tu pesar...reconoces. Es su olor y por tu mejilla comienzan a rodar unas pequeñas lágrimas y es cuando te das cuenta de lo pequeños que nos hacemos cuando dañan nuestro corazoncito. Te preguntas si realmente te mereces que te hayan herido y a su vez te preguntas si algún día se dará cuenta de lo que ha perdido por su poca confianza en si mismo. Lo fácil es no arriesgarse, lo fácil es decir que no. Por eso os digo amigos que hoy es un día en el que deberías haberte acostado tempranito, acurrucarte bajo las sábanas y soñar con cosas bonitas y sin sentido.


Esta historia, real y palpable tiene muchos más detalles que no se han nombrado por aburrimiento seguro del lector. Una servidora, Pícara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario