jueves, 29 de noviembre de 2012

Dear


Tan sólo déjame acercarme

aunque sepa que puedes morderme,
es mi decisión.
Puede que duela menos o más,
es mi decisión.
Tengo la armadura preparada
contra
 tus golpes.

Puedo quitármela, pero ya no serán golpes,
serán roces.
Roces de tu espalda contra mi pecho...
Puedes cargar contra mi, pero será en vano, 
ya no estaremos en el mismo campo de batalla.
Puedo susurrar tu nombre en sueños, 
pero sólo en sueños.
No eres el agua que necesito beber.
No eres el oasis que anhelo encontrar.
Desesperarme puedo. Cansarme ya no más.
Aunque me duela el simple hecho de verte,
para mi ya estás muy lejos, lejos de mi vida, lejos de mi pensamiento, lejos de mi realidad. 
No parece que regreses.
No quiero quedarme en el puerto, sola y con mi espíritu, anclada en un muelle.
Mi deseo es recorrer caminos en la dirección opuesta, 
opuesta a ti.
Surges como una estrella a la que me he cansado de seguir, 
me has demostrado que no llego a nada, 
no hay magia
no hay pasión.
Varias veces me hiciste temblar, 
ahora sólo me apetece temblar de frío.
No es el momento, 
no es el lugar.
La situación me desgastó, mi furia,
se desató.
Los dragones que maté por ti
ya no volverán, 
pero hay más ahí fuera
de los que ya no querré protegerte.
Siempre fuiste tú, pero mi error fue decir
siempre.
Ahora no existe siempre,
ahora no existes tú.
Me iré con mi petate y mi armadura, 
con mi orgullo y mi cordura.

una pícara furgoviajera, una servidora.

domingo, 29 de julio de 2012

Viajes [primer acto]

¿Eres tu pequeña mía?
Me parece oir algo, oler algo, me apetece...algo.
Así es, mi pequeña.

Conquistarme quieres bella
con tu aroma inconfundible...
irreconocible.
Sabor a miel...
cual oso.

Con tu presencia disfruto, me río, me acaloro...
mmm...psss
y me acomodo.
Me haces feliz,
humedecer mis labios, pegarte a mi boca...
 ...y cual pez!
 disfrutar de la vejez.

¿Eres tu pequeña mía?
Me parece oir algo, oler algo, me apetece...algo.
Así es, mi pequeña.


    Seguiré aquí, esperando el verte de nuevo,
olerte de nuevo,
 manipularte de nuevo...
cual dulce droga
consumo aboga. 
                             

sábado, 28 de julio de 2012

Despertarse con una voz odiosa....hasta cierto punto.

Hoy es uno de esos días en los que te levantas sin saber porqué ha amanecido, porqué te ha hecho reaccionar la voz de ese tipo en tu casa, has abierto un ojo, estás despierta y es cierto. Ese tio...está en tu casa. No sabes que hacer....aunque te gustaría subir corriendo y saludarle, tienes un orgullo y una dignidad y no estás dispuesta a seguir arrastrándote....ya se ha reído bastante de ti. Te quedas en la cama...
No pasan sino cinco minutos y ya se han marchado, por supuesto que no ha venido a por ti. Decides levantarte y uff...el llegar a las siete de la mañana de fiesta a tu casa se empieza a notar, caminas como un zombi y vas al baño, of course. El pis mañanero no te lo quita nadie. Te lavas la cara y menudo careto. Subes las escaleras en busca de alguien...pero no hay nadie, bueno, pues nada, te sientas en la terraza y te enciendes un cigarrito. Notas que parece todo en calma, pero en realidad tu almendra ya está bullendo planes, pensamientos, ideas, recuerdos.
El día pasa sin mucha novedad, te quedas en casa sin ganas de hacer nada salvo ver alguna que otra película. Hay algo que falla...no eres feliz y piensas que todo lo que está por venir te supera... Empiezas a pensar que la gente de tu alrededor en realidad es falsa, mezquina, retorcida y sobre todo...interesada.

sábado, 7 de julio de 2012

Tomás el bueno

Seis meses estaría Tomás en la cama, en los cuales se secó y se puso, como solía decirse, en los huesos. Hoy parece tener turbados todos los sentidos; aunque le hicieren todos los remedios posibles, sólo le sanarán la enfermedad de su cuerpo. Sus hermanos, compañeros de trabajo, tíos, primos y sobrinos iban a verle dos días a la semana, pero la que más estaba con él era su madre. Mujer de pequeña estatura, de unos sesenta y cinco años, pelirroja, con los ojos azules. Tenía muchos valores como persona, a pesar de que su marido hubiera muerto y de tener que haber criado sola a cinco hijos. Esto, todo esto, la convierte en una gran persona a respetar. Pero... ¿Quién sanaría ahora la mente de Tomás?, ¿ quién sería el atrevido que jugaría con su mente? Yo os digo que el querido Tomás no solamente tiene una enfermedad grave de pulmón, no. También tiene un mal mayor que le corroe por dentro, un mal que es capaz de destrozarle la vida en un segundo y no volver a recobrar la calma en mucho tiempo si no te mata antes. Hablo, señoras y señores, del mal de amores.

viernes, 6 de julio de 2012

No te acuestes tarde

Hoy es una de esas noches en las que desearías haberte dormido a las 22.00, como una niña buena y haber cerrado tus ojitos y dejarte llevar por el sueño más dulce que pudieras tener, pero no, decides salir a reunirte con esa persona que crees que has conquistado, a pesar de los baches. Os veis y él está frio, te da dos asquerosos besos en la mejilla y tu piensas " ya lo perdí" Empezáis a caminar y te das cuenta de que falta algo apretando suavemente tu mano y te das cuenta... ah, si, falta su mano, grande y áspera cogiendo la tuya y vuelves a pensar "definitivamente lo he perdido". Camináis, pero él te dice que no le apetece pasear, que quiere tomarse algo y tu vas y propones un sitio. Llegáis y os pedís lo mismo. Le alcanzas un papel y le dices "venga, escríbeme algo, anímate" y él te dice "mmm, vale" es en ese momento cuando le paras y le dices que antes de que comience a escribir, te gustaría hablar con él. Le dices que te has dado cuenta de que se ha agobiado y que tú para nada quieres eso, que no hace falta tener una conversación seria de momento y que tu te conformas con disfrutar de él cada momento sin tener que pensar en el futuro. Él te mira atento y asiente y es cuando separa sus perfectos labios para decirte que él también quiere decirte algo. " entiendo lo que me quieres decir..." tu automaticamente piensas que va a aparecer la palabra mágica, la peor palabra que se puede cruzar en una frase y esa palabra es...un PERO y evidentemente sale de su perfecta boca. Te repite que te entiende, pero que él es un alma libre y que con lo joven que es no puede plantearse una relación seria (a pesar de que tu le dijeses que no quieres eso) y bueno que se lo pasa muy bien contigo, que te ha cogido mucho cariño, pero lo que quiere es tener muchas experiencias sexuales y no quiere atarse a nadie. Tú le dices que le comprendes pero por dentro maldices haberte separado de él la última vez, porque asi no habría tenido tiempo de pensar ni de que la gente de su alrededor le hubiera comido la cabeza. Os levantais y te dice que ya ha pagado tu parte, tu le miras y se lo agradeces. Seguis caminando y te compra una cajetilla de tabaco, vale, gracias vuelves a decir. Comenzáis a subir en dirección a un posible transporte urbano que le devuelva a su jodida casa y a ti te devuelva algo más que un respiro, pero al llegar, sientes que encima de que le "has perdido" no puedes creerte que se vaya a ir sin darte un misero beso decente y le miras y esperas que se de cuenta, pero parece que ahora le ha entrado prisa y tiene que irse. Tu no puedes resignarte y quieres que te bese, posiblemente no le vuelvas a ver y sobrevienen a tu mente aquellos momentos en los que parecias ser tan feliz. Te cogía la mano, incluso te pedía que tu se la apretaras de la misma manera porque parecía que no le querías dar la mano, recuerdas como te besaba cada dos por tres, y le era casi imposible separarse de ti y ahora...parecías un pedazo de mierda seca en una acera poco transitada. Recuerdas también como te pasaba el brazo por los hombros y te miraba. Recuerdas como te cogía la cara entre sus manos y te besaba, lento y consciente, y después te decía lo preciosa que eres, recuerdas lo bien que lo pasábais juntos y respiras hondo al pensar por que coño ahora estáis asi, que parecéis dos desconocidos. Al final de unas miradas abrasadoras te pregunta que si lo que quieres es que te bese que eso él ya lo sabía y le dices que si ya lo sabía y no lo había hecho era porque no quería hacerlo y se acerca rápido y te da un pico mal dado y te dice..."me voy, me voy, me voy" y tu...le dices que haga lo que quiera, pero que él sabe que eso no es suficiente y se acerca y te dice que tú también puedes tener la iniciativa, no siempre él. " ninguna mujer me ha cogido del cuello y me atraído hacia ella" y tu le dices que estás cansada de ser "la única mujer que..." y se separa de ti y te mira extrañado, incluso...¿triste? El caso es que al final te acaba dando un beso decente, pero no os basta y os volvéis a besar. Al final, el que se tenía que ir, se quedo porque se encontró con unos colegas y decidió irse con ellos y tu resignada ya al fin,le dices que vale, que se lo pase bien. Por esta razón estás paseando ahora ya mucho más tarde con una amiga tuya que se ha encontrado unos globos por fuera de una tienda y los lanza con alegría y tu sonríes porque sabes que el fondo tu risa ha muerto por ese día y no serás capaz más que de sonreir a medias. Llegas por fin a casa, cenas algo y te llama un colega del que hace bastante que no sabes y hablais un rato largo y de repente la vida te parece tan vanal y ridícula porque parece que te la juega siempre en los peores momentos. Sientes que ese chico es maravilloso, pero no te va a dar más de lo que ves o escuchas, entonces pierdes el interés y empiezas a hacerte la loca, pero bueno, al final él parece que se quiere poner serio y te lo hace saber, tu te vuelves a relajar y comienzas a darle lo que quiere, algunos mimos y comprensión, pero que coño, estás cansada de satisfacer a los demás y no a ti misma y le dices que se vaya a dormir y descanse. A continuación pones algo de música, de repente das con una canción que no puede sonar en peor momento y te da por ponerla de nuevo, te ha gustado. Cuando empiezas a ser consciente de lo que dice la canción, tu cuerpo se va relajando y tu mente hace que del ambiente emane un extraño aroma, un olor que te resulta familiar y que en seguida, muy a tu pesar...reconoces. Es su olor y por tu mejilla comienzan a rodar unas pequeñas lágrimas y es cuando te das cuenta de lo pequeños que nos hacemos cuando dañan nuestro corazoncito. Te preguntas si realmente te mereces que te hayan herido y a su vez te preguntas si algún día se dará cuenta de lo que ha perdido por su poca confianza en si mismo. Lo fácil es no arriesgarse, lo fácil es decir que no. Por eso os digo amigos que hoy es un día en el que deberías haberte acostado tempranito, acurrucarte bajo las sábanas y soñar con cosas bonitas y sin sentido.


Esta historia, real y palpable tiene muchos más detalles que no se han nombrado por aburrimiento seguro del lector. Una servidora, Pícara.