sábado, 28 de julio de 2012

Despertarse con una voz odiosa....hasta cierto punto.

Hoy es uno de esos días en los que te levantas sin saber porqué ha amanecido, porqué te ha hecho reaccionar la voz de ese tipo en tu casa, has abierto un ojo, estás despierta y es cierto. Ese tio...está en tu casa. No sabes que hacer....aunque te gustaría subir corriendo y saludarle, tienes un orgullo y una dignidad y no estás dispuesta a seguir arrastrándote....ya se ha reído bastante de ti. Te quedas en la cama...
No pasan sino cinco minutos y ya se han marchado, por supuesto que no ha venido a por ti. Decides levantarte y uff...el llegar a las siete de la mañana de fiesta a tu casa se empieza a notar, caminas como un zombi y vas al baño, of course. El pis mañanero no te lo quita nadie. Te lavas la cara y menudo careto. Subes las escaleras en busca de alguien...pero no hay nadie, bueno, pues nada, te sientas en la terraza y te enciendes un cigarrito. Notas que parece todo en calma, pero en realidad tu almendra ya está bullendo planes, pensamientos, ideas, recuerdos.
El día pasa sin mucha novedad, te quedas en casa sin ganas de hacer nada salvo ver alguna que otra película. Hay algo que falla...no eres feliz y piensas que todo lo que está por venir te supera... Empiezas a pensar que la gente de tu alrededor en realidad es falsa, mezquina, retorcida y sobre todo...interesada.

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